Semana 8. El cambio de escenario. ¿La crisis de la industria cultural?

Como ya se expresa en el título del epígrade de esta semana, el escenario ha cambiado. Los modelos tradicionales de negocio de la industria, que hasta ahora habían funcionado generando pingües beneficios para los intermediarios entre el artista y el usuario final, se tambalean.
Y todo porque las TIC y los modos de interactuar a través de éstas ponen en jaque la razón de ser del sistema. La industria musical se aferra a un modelo de negocio que el público ya no está dispuesto a admitir.

En este contexto, el modelo de negocio de Spotify se desmarca del tradicional porque se basa en el sistema 'freemium', que consiste en combinar un servicio gratuito de música que incluye la presencia de publicidad en la interfaz o el intercalado de cuñas publicitarias entre las canciones y que está limitado en su disfrute, con una versión 'premium' libre de publicidad y restricciones de escucha en el producto que se consigue con el pago de una cuota. El beneficio se consigue a través de la venta a terceros de espacios publicitarios para la versión 'free' y las cuotas que pagan los usuarios 'premium'. Además, ambas versiones de registro/suscripción tienen acceso a comprar las canciones y trabajos que se emiten.

Spotify ha ido evolucionando desde la necesidad de recibir una invitación para incorporarse a la versión gratuita pasando por la posibilidad de suscribirse a esta versión 'free' sin invitación aunque con límite de tiempo de escucha, hasta la limitación de escucha de cualquier versión no 'premium' que se plantea para convencer a los futuros inversores de cara a su desembarco en Estados Unidos.

Ejemplos de otros modelos de negocio "musical" a través de la web son, entre otros, iTunes, MySpace y Herzio. El modelo de iTunes consiste en ofrecer un gestor del contenido multimedia (no sólo música) que el usuario ya tiene y combinarlo con una herramienta que sincroniza los dispositivos del usuario además de un enlace directo a la tienda de Apple. Se orienta principalmente a los dispositivos de la marca, aunque abre la posibilidad de instalación en pc.
MySpace, en cambio, es una red social en la que los artistas crean su perfil y lo utilizan para gestionar su promoción y relación con el público/usuarios/clientes. Se pueden conseguir entradas para conciertos, publicar material en streaming, vender música (a través de Amazon.com) y seguir conversaciones sobre temas diversos. Como modelo de negocio, se basa en la venta de espacios de publicidad.
Herzio es una página que se promociona como 'Band Manager', facilita herramientas de promoción en línea y monetización para las bandas musicales que no tienen que pagar por usarlas sino con una comisión sobre las ventas, en el caso de que las haya. Han creado el "Movimiento 'Money4Artists'".

En una sociedad que desea tender hacia la gratuidad y la apertura, es difícil capitalizar las redes sociales sin cambiar los modelos de negocio actuales, basados en la economía de la escasez, la especulación y la limitación. Cuando leemos noticias económicas sobre estas empresas basadas en la web 2.0, sus beneficios actuales declarados y su valoración por encima de la relación 16:1, surge la duda de si se puede estar cayendo en el mismo error que a principios de este siglo con las puntocom.

Creo que quizá ha llegado la oportunidad de cambiar el sistema que ha funcionado hasta ahora, en el que los intermediarios consiguen más que el productor y la especulación brota sin control. La web 2.0 tiende a favorecer los modelos basados en la 'long tail economy' y en la relación sin intermediarios de grandes márgenes con el productor/artista, con ejemplos de crowdfunding como en El Cosmonauta o la posibilidad de contacto y apoyo directo como el que se facilita en MySpace.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/04/semana-8.html