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Mostrando entradas de febrero, 2020

Redactar un correo en castellano o en valenciano. Diferencias importantes.

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Vivo en un territorio que, cuando menos, es bilingüe. Como mínimo de manera oficial. Para mí no resulta un problema. Siempre he considerado que saber idiomas es un enriquecimiento a muchos niveles. De todos modos, hay ocasiones en las que las diferentes lenguas que una persona conoce se pueden mezclar en la cabeza y a la hora de escribir o hablar se utilizan rasgos de una en la otra. Hoy me voy a centrar en las diferencias a la hora de escribir un correo electrónico en castellano o en valenciano. Para ello completaré una tabla que nos ha propuesto el profesor en la que se comparan diferentes elementos de la redacción del mensaje. Castellano Valencià Destinatario Para Per a Con copia Cc Cc Con copia oculta CCO Cco Tema Asunto: Assumpte Saludo Estimada Silvia. Hola, Silvia. Benvolguda Silvia, Hola, Silvia,

Mami, te escribo desde el correo del trabajo....

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Pues no, mami. No te escribo desde el correo del trabajo porque no debo hacerlo. Es un hecho común en todas las empresas hoy día proporcionar a su personal (como mínimo al de oficina) una dirección de correo electrónico corporativa. El correo electrónico de la empresa es una herramienta muy útil para el desarrollo del trabajo administrativo diario y la comunicación tanto a nivel interno como externo. Sin embargo, el hecho de que se ponga a disposición de la plantilla esta herramienta personal no la convierte en privada. Existen responsabilidades y limitaciones a la hora de utilizar el correo corporativo. Y más cuando obtener una dirección de correo personal y privada (todo lo privada que el Big Data y el Gran Hermano permiten) sólo requiere un par de pasos. El correo electrónico de la empresa no debería utilizarse para fines personales. A falta de una regulación interna específica en la organización, el uso debe ceñirse a las tareas propias del trabajo y, en caso de ser

¡Dímelo por mail!

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Fuente:  https://www.pxfuel.com/en/free-photo-obmbk Que la forma de comunicarnos ha cambiado no es una novedad. La empresa no es una excepción. La necesidad de inmediatez en las conexiones, esa urgencia que todo lo impregna, electrificó también hace tiempo la forma en que contactamos con clientes, proveedores, amistades y entidades públicas. El correo electrónico, familiarmente conocido como "email", o incluso "mail", ya es parte de nuestro día a día. Cambia el medio. ¿Cambian las formas? Por supuesto. El correo electrónico, aunque ágil, no deja de ser una comunicación escrita que, de una forma u otra, permanece. Como medio escrito, tiene sus requisitos; como tarjeta de representación de una empresa, debe respetar unas formas y unos usos. Esta segunda característica del correo electrónico la trataré en una entrada posterior. Centrémonos en el correo electrónico. ¿Qué elementos debe contener? ¿Qué vocabulario habría que utilizar? ¿Se firma, un email?